El Ebro más escondido

Un paseo por las Malladas y el desfiladero de Barrufemes

Datos técnicos

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Introducción a la ruta

Ibrahim tenía sólo diez años pero hacía unos cuantos que su padre le había confiado la responsabilidad de apacentar el pequeño rebaño de cabras con que contaba la familia. Vivían en la pequeña alquería de Muràbit, situada sobre unos acantilados que caían sobre el río. Los navegantes la encontraban a la salida del paso entre montañas que había aguas arriba de chárter: Barrufemes.

Aquella mañana decidió bajar a pastar las cabras precisamente sobre las montañas que cerraban aquel desfiladero. Estaba inquieto. Al amanecer, después de que el muecín hubiera llamado a la primera oración, había subido, como cada día, a vender la leche a al-Murabitun, los guerreros del castillo. Esta vez, sin embargo, sintió una conversación que el trastornó. Según entendió, en Al Quabtíl, el lugar donde el río de Turtuxa llega al mar, hacía unas semanas habían acampado un buen número de madjus. Era cuestión de tiempo que sus naves con fines de dragón y velas cuadradas aparecieran remontando el río.

Siglos después, Barrufemes, este rincón escondido del Ebro, sigue siendo el lugar donde más fácil resulta evocar todas las historias que guarda el río, incluida la de los guerreros del Norte que el remontaron y que son los protagonistas de la novela la de Jordi Tiñena La sonrisa del vikingo.

Mapa y tracks

Tracks

Mapa recomendado

Miravet 1:20.000 Ed. Piolet

Descripción de la ruta

Antes de llegar al final de la finca de Xesa, en la esquina de un barranco, al final del muro de piedra seca que sostiene un campo de mandarinos, se encuentra el punto de inicio (1). El primer tramo de camino se encuentra señalizado con las marcas azules de uno de los itinerarios del grupo excursionista La Cameta Coixa de Miravet. Se empieza a caminar por el lado de un campo de mandarinos y pronto entra en el bosque, para rodear la ladera e ir a buscar el barranco de la Caseta de las Malladas.

Poco antes de llegar a un collado (hay una marca azul en un mojón de piedra), hay que dejar el camino marcado para coger otro a la izquierda (2). Este lleva hasta otra collada emboscada, muy característica por su pozo de piedra seca (3). En este punto se reencuentra, a la derecha, el itinerario marcado que baja de la Atalaya. Son 200 metros de desnivel y una magnifica opción para quienes quieran una excursión más larga. Quienes se animen a subir tendrán como recompensa una vista excelente y muy poco conocida del curso del Ebro al pie de la sierra de Cardó, con las montañas de los Puertos al fondo.

Se continúa siguiendo las marcas en dirección suroeste, descendiendo por un sendero bastante dreterut. El camino va girando hasta que la visión se abre sobre el río y paso de Barrufemes. Enseguida se llega a una bifurcación (4). El camino de la izquierda baja directo a encontrar el camino de Barrufemes (7) (es una buena opción si es necesario acortar el itinerario). Se continúa por el de la derecha.

Pronto se baja una pendiente rocoso y derecho para acabar girando a la derecha y cruzar el barranco. Al cabo de poco vuelve a encontrar otro apeadero rocoso y, finalmente, se reencuentra el camino viejo del Pinell. Se sigue hasta llegar a un collado donde se encuentra un pequeño maset en ruinas (5). A mano derecha se toma el sendero que baja hasta encontrar el inicio del viejo camino de herradura del Paso de Barrufemes, junto al Ebro (6). Se sigue a la izquierda, remontando el río. El itinerario coincide ahora y hasta llegar al punto de salida, con el itinerario del GR 99, el Camino del Ebro. El desprendimientos de los riscos son habituales y han dañado algunas partes del camino. De todos modos, mientras no se aborda una recuperación más ambiciosa, se han abierto alternativas que garantizan el paso.

Recomendaciones

Desde dentro del pueblo de Miravet sale el camino rodado que lleva al punto de salida de la excursión (7 km). Justo donde empieza la carretera que lleva al castillo, también arranca, a mano derecha, la fuerte subida de la calle de las Flores a seguir. El camino da todo el vuelco a la montaña de Miravet para ir a encontrar el barranco de negros y bajar junto al río. Entonces, continúa paralelo hasta las plantaciones de cítricos de Xesa. Antes de llegar se encuentra la puerta en la finca que siempre queda abierta. Más adelante se encuentra una bifurcación. El camino público es el de la derecha (no es muy recomendable para turismos). En vehículo o a pie, hay que hacer la subida y luego bajar por la pista, en dirección al final de la finca, aguas abajo del Ebro.

Para poder seguir correctamente el itinerario, es necesario descargar el track. La ruta no está señalizada, salvo algunos puntos con marcas azules insuficientes para seguirlo con seguridad, por su escasez y color poco visible sobre la roca.

Galería de imágenes