La última etapa es la más corta, pensada para poder realizar el viaje de regreso. Sin embargo, cuenta con atractivos cautivadores. Empieza atravesando el río por el paso de barca de Flix, uno de los últimos del tramo bajo del Ebro. La ruta lleva junto a Vinebre y enseguida se cruza Ascó. Se sigue por la orilla derecha para buscar uno de los últimos tramos de los caminos tradicionales que seguían el Ebro, un verdadero tesoro. Se trata del pas de l’Ase, el camino de herradura que salva este estrechamiento del río entre montañas. Durante unos metros es necesario bajar de la bicicleta y pasar a pie , pero el sitio tiene una enorme fuerza evocadora del pasado de estos territorios.
Superado el paso, no hace falta más que seguir el tranquilo camino agrícola que recorre la orilla derecha. Es el momento de y disfrutar de los últimos kilómetros, disfrutando de la vista sobre los campos de cultivos y el bosque de ribera, mientras se pedalea junto al gran río Ebro, el Iberos romano que dio nombre a toda la Península. De hecho, el nombre parece que proviene de las palabras vascos ibar (‘ribera’ o ‘margen del río’) y ibai (‘río’). Se llega a Mora por su agradable paseo fluvial.
Ajut pel projecte estratègic “Desenvolupament de l’oferta de senderisme i cicloturisme a la Ribera d’Ebre”. Operació: Ajuts destinats als projectes de cooperació dels grups d’acció local.
Actuació del Programa de Desenvolupament Rural de Catalunya 2014-2020, cofinançada per:
Plaça Sant Roc 2
Mora d’Ebre 43740
977 40 18 51 · 8h a 15h